
7 claves para escuchar transformativamente
Cómo el escuchar nos sana: la herramienta más sencilla de transformación al alcance de todos
En este artículo exploremos juntos el arte de escuchar y el Poder de los Estados de No-juicio, conceptos que hablan de las herramientas más simples, más poderosas y de más fácil acceso para nuestro bienestar y el de otros.
Hoy por hoy estamos ávidos de expresarnos. De contar lo que realmente estamos sintiendo. En una sociedad donde los logros, apariencias y el tener definen erróneamente el valor de lo que somos, por miedo a ser juzgados por otros (y por lo tanto sentirnos separados y no queridos) mantenemos una careta que nos está costando nuestra salud interna y disfrute de la vida desde su simplicidad más pura.
Cuando sentimos que ya no podemos más, o bien nuestra incapacidad de expresarnos, de vivir nuestra verdad, se ha traducido en una enfermedad o en un Estado de Ser de constante conflicto interno, recurrimos finalmente a ayuda externa (un amigo o un profesional) y nos exponemos finalmente ante la verdad de lo que estamos sintiendo, está sucediendo o queremos ser.
Admitir lo que ES, aquello que realmente está pasando, es el primer paso para la sanación profunda y transformación real.
Ya sea que estés buscando ayuda en otros u otros se estén apoyando en ti en estos momentos, como alguien que ha tenido experiencia en trabajar con experimentados terapeutas, guías espirituales y con miles de horas escuchando a otros de forma natural en sus dolores humanos más profundos, tengo la certeza de que esta información es de vital importancia para nuestra sociedad en general.
Independiente de si eres terapeuta de profesión o en tu vida te dedicas a algo completamente ajeno a esto, todos tenemos muchas veces un amigo o familiar que requerirá de tu presencia y ayuda en algún momento y, más aún: los principios de este artículo se aplican también a nuestra sanación personal con nosotros mismos.
Comencemos con el arte de escuchar: ¿qué es escuchar?
Comúnmente hablando pensamos que escuchar es lo que usamos con nuestros oídos y con eso basta. "Te escuché". Pero el arte de escuchar es mucho más profundo que eso, existe lo que es el Escuchar Transformativo, aquel que es capaz de cambiar a las personas porque su escuchar es tan profundo que las personas son capaces de escucharse a sí mismas.
El que escucha es un medio y no el responsable de sanar. Es la persona que se expresa la que encuentra sanación dentro de sí misma en el proceso de expresar lo que es verdad para ella (una situación, una emoción contenida, un secreto guardado por largo tiempo, etc).
El que escucha tiene el rol único de contener y de acompañar a la persona que quiere expresarse en un viaje que puede derivar a aspectos muy profundos de sí mismo (a través de preguntas o bien silencio atento) y que muchas veces contemplan el desafío de expresar o ver aspectos que son dolorosos.
Porque en el acto de ver lo que es doloroso y expresar eso para nosotros mismos u otros se produce un momento de sanación instantánea: lo que ha estado en las sombras sale a la luz de la verdad. Es cuando el llanto (y a veces la risa) toma forma, lo que era un dolor enquistado al menos se sufre y se libera, hay un relajo, un movimiento y una transformación interna.
Si queremos hablar del Escuchar Transformativo tenemos que hablar de la capacidad de escuchar sin juicio.
Exploremos ahora de qué se trata el poder del estado de no-juicio
El estado de no-juicio es aquel estado abierto en que la persona que escucha es capaz de contener a la otra persona que se está expresando sin generar juicio interno ni externo (ni positivo ni negativo). Se trata de un estado neutral de aceptación y acogida amorosa, de contención profunda (que no es lo mismo a decir que no tenga una opinión personal).
Para ser capaces de generar este estado de no-juicio debemos, primero, comprender una de las Verdades más profundas y amorosas que nos rigen: la Verdad de que, en términos últimos, nunca somos juzgados.
Sin entrar a discutir sobre la consecuencia de nuestros actos (que sí las hay), el hecho es que lo bueno y lo malo, lo doloroso y lo placentero, para poder crear transformación primero tenemos que darle espacio a ser visto, sin juicio.
Irónicamente, cuando somos capaces de ver, sentir y expresar lo que no queremos ver, sentir y expresar (aunque sea para nosotros mismos) es cuando la sanación y transformación profunda toma lugar. El escuchar transformativo es uno de los medios más eficientes para acompañar a alguien en este proceso.
Que alguien nos cuente que ha hecho sufrir a otros u ocultado una parte de ellos mismos por miedo a algo es generalmente un acto de valentía que implica vulnerabilidad profunda. Es desnudarnos ante nosotros mismos. Y lo último que esa persona necesita es que alguien la enjuicie. Porque en el momento en que eso sucede, la otra persona volverá a cerrarse.
Uno de los errores más dañinos que cometemos cuando no sabemos escuchar desde espacios de No-Juicio es que enjuiciamos cuando alguien nos comparte algo a corazón abierto. Decimos "lo que sientes o has hecho ha estado errado", "puedes hacerlo mejor", "esto es incorrecto", "esto está mal"... esto por supuesto, en un contexto terapéutico (no me refiero a la necesaria educación de los jóvenes por ejemplo).
Por lo tanto, ¿cómo escuchamos de forma transformativa? Aquí 7 aspectos claves para ayudarte a ser tu mejor terapeuta personal y el de otros
Cultiva el silencio interno: Es el estado de presencia lo que sana, el rol del que escucha transformativamente está en mantenerse en estado de recepción, vacío lo más posible de pensamientos o consejos. Es, paradójicamente, desde este vacío donde serás capaz de dar los mejores consejos (que vienen del otro a través de ti).
Conecta con la persona: El contacto físico o visual es vital, es la forma en que estamos diciendo "estoy contigo". Si estás en tu teléfono, cerrar los ojos y estar presente al 100% también genera el mismo efecto.
Mantén tu espacio físico libre de distracciones: Haz de tu atención una prioridad, deja tu teléfono a un lado, cierra la puerta, etc. Si estás en un lugar público utiliza tu concentración, no te distraigas por nada, aun cuando se caiga el mundo, esto da un alto grado de seguridad en la persona que se está expresando.
Preguntas mejor que consejos: Si bien queremos que la persona se sienta mejor, nuestros consejos la gran mayoría de las veces están teñidos por nuestros sistemas de creencia y limitaciones personales. Antes de dar consejo, intenta ofrecer preguntas o explorar alternativas para encontrar soluciones en conjunto.
Valida la Experiencia: Reconoce y valida lo que la persona está sintiendo sin intentar cambiar o minimizar su experiencia. Frases simples como "te escucho" o "puedo sentir lo difícil que es esto para ti" crean un puente de conexión que permite a la persona sentirse acompañada en su proceso.
Procesa lo que es incómodo: Cuando escuchamos a otros en su dolor, nos enfrentamos también a nuestro propio dolor o a lo que no queremos ver en nosotros mismos. Si queremos ser capaces de acompañar al otro en lo que es incómodo debemos ser capaces de haber visto nuestra propia incomodidad o dolor. Procesamos esto a través de sentir lo que es (si hay llanto, llorar, si sentimos vergüenza, culpa o miedo, permitirnos sentir eso y no taparlo por creer que es errado sentir aquello).
Aplica un Estado de No-Juicio: Sea lo que sea que la persona te está expresando, ser capaces de proveer un espacio de No-Juicio es lo que va a permitir que la persona se sienta más segura (incluso de forma inconsciente) de expresar lo que realmente está sintiendo y no lo que es correcto o no decir.
Finalmente, escuchar es un acto de Presencia. La próxima vez que alguien quiera compartir contigo algo personal profundo aplica estos principios y observa qué sucede.
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